Mi experiencia, resulte o no representativa, es la contraria a la hipótesis inicial.
En los 17 años que llevo como propietario, de los que unos 12 han sido con pabellón nacional, me habrán "interceptado" unas 5-6 veces en España bajo ese pabellón, sin contar otras tantas entre Argelia y Marruecos y otra en Gibraltar donde, ¡ay, despistado de mí! se me olvidó izar la británica de cortesía.
En los 5 años que navegué bajo pabellón holandés, han sido sólo dos ocasiones, y ninguna en España (una en Cerdeña, otra en Francia). También tengo la sensación de que en mi zona de navegación actual (principalmente, Cataluña y Baleares) hay menos actividad que en otras CCAA en las que tuve anteriormente puerto base.
Por último, en la mayor parte de los casos ha prevalecido un trato correcto, y nunca han llegado a multarme. La ocasión más "exótica" fue, sin duda, un intento de abordaje cerca de Alhucemas por parte de la gendarmería marroquí, donde, tras una milla de persecución, la lancha que nos perseguía averió su motor a unos 30m de darnos alcance, lo que ocasionó que empezáramos a alejarnos a los patéticos 2.5 nudos que estábamos haciendo a vela. Tras dudar cómo reacionar, e inspirados por los gritos que provenían del intrépido perseguidor, decidimos ser nosotros quienes nos acercáramos a la lancha de la gendarmería, donde 150Kg de bigotudo oficial conversaban a patadas con un marinero que en vano intentaba arrancar el fueraborda. Todo se saldó con una caja de cocacolas y otra de puritos "cafe creme", intercambio entre caballeros que estuvo a punto de ser interrumpido cuando la línea con la que permanecíamos amarrados faltó... ante lo que el oficial, de nuevo muy sorprendido (adjentivando a la inglesa), decidió con gran criterio poner fin a la inspección para no generar un segundo "rescate". Hasta el fueraborda debió quedar muy impresionado por todo lo anterior puesto que, al fin, arrancó, y la autoridad se marchó con dignidad, sin necesidad de mediar saludos.
