Cooooño... me habéis dejado sólo.
Bueno, antes de que se lie más el tema voy a explicarlo.
En primer lugar (y va a ser verdad lo que dice mi esposa acerca de mi particular sentido del humor que sólo yo entiendo) he de comunicaros que he empleado un recurso lingüistico que se llama ironía.
De la gran secada a la gran remojada... refiérome al hecho de que lo que en la cena anterior era el condumio para 3 ó 4 comensales, en esta era el entrante para un comensal.
Inmoralidad... Se tiró mucha comida, y uno ve los telediarios y entonces es inevitable establecer comparaciones que apelan a nuestra mala conciencia.
Decadencia... Pues sí: parecía una escena sacada de la Roma imperial; sólo nos faltaba estar en "
triclinios" y tener un "
vomitorium" a mano para poder terminar de comer. Y a las camareras zumbonas sosteniendo los racimos de uvas por encima de nuestras cabezas mientras las mordisqueábamos (las uvas, no las camareras)
Ciertamente el lugar estaba muy concurrido y el ruido era como el de una batalla... pero es que en realidad aquello era una batalla.
Y tambien es cierto que la disposición de la mesa incomunicaba los dos extremos. Pero con esa geometría eso es, en cualquier caso, inevitable. Quiza para facilitar las presentaciones hubiera sido conveniente un aperitivo previo... pero ¿os imaginais como hubiera sido ese aperitivo?
Pero bueno, ya vamos aprendiendo.
Yo, que tenía posibilidad de comunicarme con Pepeye y con Barbarroja, estuve muy agusto y disfruté de su paciencia de ellos para conmigo, pero claro; hubiera sido mas equitativo y menos doloso haberme podido repartir entre todos los asistentes... desgraciadamente no pudo ser.
Omeprazol, Almax, y un refresco español (una gaseosa "el tigre" también me vale)...
