Tuvimos un curso acelerado de abarloe en Azores, allí, tanto en Faial como en Sao Miguel, nunca estuvimos sin otros barcos al costado. La gente funcionaba muy bien,

todo el mundo con largos hasta el pantalán, incluso con cinco barcos en fondo, siempre vimos buen rollito, se contaba con los vecinos para abarloarse y para salir. Por supuesto pasando por la parte de proa del vecino y molestando lo mínimo. Acabas sintiendote casi etereo.
Por supuesto que es mejor la independencia de un pantalán para tí solito pero cuando todo está a rebosar hay que arreglarse de cualquier manera y cuando a nosotros nos dejaron abarloarnos, después de 18 días navegando y una noche de fondeo, nos pareció de cine

Olivia