Como casi siempre hay un poco de razón por todas partes.
Y es gran verdad que uno aprende a atracar dando porrazos a diestro y siniestro, por proa y por popa (que es la que más duele, y no voy con segundas). Como con un coche.
Por eso ninguno de nosotros (o al menos yo, e imagino que no soy el único) le gustaría tener un atraque borda con borda con un barco dedicado al charter (¿o me equivoco y soy un bicho raro o repelente?

).
Hay charteristas y charteristas, claro, como armadores y armadores, pero estos últimos terminan aprendiendo a atracar. El que coge el charter de al lado cualquiera sabe.
Debe ser caro un seguro todo riesgo (aún con franquicia) de un barco para charter. Y los seguros saben de estadísticas. Y el Coneho también debe saber lo suyo...