Hola,

La prensentación estuvo muy bien y muy interesante. Esperanza es una de esas navegantes (¿o se debe decir navegantas?) con las que te irias a navegar tranquilamente: no todo el mundo que navega confiesa que en ocasiones ha pasado miedo. Un lujo.

La Librería Robinson se estiró y nos invitó al final del acto a un magnífico aperitivo con buen jamón, buena tortilla y buen vino. Queso también había pero a mi la leche en mal estado de conservación no me gusta, así que ni tocarlo. Por cierto, a la protagonista no sólo no le gusta el queso, sino que no soporta su presencia cerca de ella. Otro signo inequívoco de buen hacer.

Saludos,
Tropelio