Pues no me resisto, pese a la buena voluntad de tu pregunta, que debo presumir.
Por eso, primero mi consejo para tí:
dile que tienes fobia a la alta mar y vete en avión y le esperas en Ibiza.
Unas


para el viaje.
Para tu amigo (hay un poco coña pero otras en serio):
Dile a tu amigo que hay varias formas de hacerlo.
1.- Se hace mejor saliendo de Galicia: Hay que llevar, por lo menos, un chaleco salvavidas y un gps.
Se toma rumbo oeste, procurando ir en línea recta.
Cuando el motor haga "¡Puf, puf!" y se pare, se toma la posición en el GPS rápidamente, así como la hora. Conviene guardar estos datos bien, para que no se mojen.
A continuación, se salta por la borda y se vuelve a nado. Una vez en casa, Dividir los litros del depósito entre las horas que ha durado: Eso nos facilita el consumo por hora. Si establece las millas entre el punto de salida y el de "¡Puf, puf!", podrá obtener el consumo por milla náutica.
2.- Se puede hacer parecido, pero sin mojarse. Llenando el depósito hasta su borde, navegando una hora a velocidad "de crucero" y volviendo a llenar el depósito. Lo que meta, será el consumo por hora. Si ha controlado la velocidad, y ha sido más o menos constante, sabrá las millas recorridas (1 hora a 20 nudos, recorridas 20 millas náuticas). La cantidad de combustible entre las millas será el consumo por milla náutica.
El consumo varía lógicamente según las vueltas (rpm) que le metas al motor.
3.- Se miran las instrucciones del motor. En su defecto, se pregunta muy amablemente a la casa constructora o un broker que trabaje con esos motores. El dato debe ser conocido con cierta aproximación.
Reconozco que la primera es más auténtica.
Yo elegiría alguna otra.

