Re: Me acabo de quedar sin barco
Hace 38 años me contaron en la universidad de Santiago de Compostela (mientras esperaba a examinarme de la prueba de madurez del "Preu" por primera vez) que cierto catedrático de cierta asignatura telefoneó por la nocha a su adjunto. Tras corta conversación, el adjunto colgó el teléfono y ante su sonrisa de felicidad su esposa le preguntó quien había llamado. El adjunto contestó que se trataba de "el jefe" y que le había dicho que al día siguiente los dos saldrían para Madrid en el expreso. La mujer se extrañó porque "el jefe" siempre iba sólo a Madrid y dejaba a su marido a cargo de las clases.
Al día siguiente, al encontrarse en la estación, el catedrático preguntó al adjunto que hacía allí con una maleta si le había avisado la noche anterior para que se hiciera cargo de sus clases durante su ausencia. El pobre adjunto, sudando (frio) abudantemente por el bigote le contestó: "pero D. Fulano ¿No me dijo usted que nos íbamos a Madrid?". "No hombre, no, le dije que hoy, Nos (La Cátedra) íbamos a Madrid", contestó el catedrático.
Yo siempre creí que eso era una especie de leyenda urbana que seguro se contaba en todas las universidades (de hecho también me lo contaron en la de Salamanca, en la que al fín probé que estaba maduro), pues mira por donde no era una leyenda, el catedrático de la vieja historia ha reaparecido, aunque no se cuál de los dos es, si el vendedor o su defensor.
Salud cofrades
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