Yo doy fe de que tuve uno negro. Entre el sol y el viento me lo destrozaron
A partir de entonces, todos los demás que vi, en mástil propio y ajeno, azules. Vale: un azul muy oscuro, pero azules, al fin y al cabo.
Pero no pasa nada, ¿no? Son gallardetes al fin y al cabo y tienen a Harry. ¿Qué más podemos pedir?
