
A pesar de que soy usuario autorizado para utilizar las rampas del Portixol en Palma, prácticamente no las había utilizado hasta este verano, y menudo chasco.
Los accesos tanto a una como a la otra rampa siempre están abiertos, sin control, y pueden acceder a las rampas cualquier persona que quiera botar la embarcación sin previo pago de la autorización correspondiente, con lo que te hace sentir bastante tonto por cumplir.
Coches aparcados en el interior de la zona de remolques de la rampa del Hotel Portixol, y también algunos aparcados en el propio acceso frente a la cadena de cierre, todo ello dificultando muchísimo las maniobras del coche con el remolque. Pero allí no aparece la `policia portuaria para poner un cierto orden.
Si uno quiere utilizar la rampa grande, como no vaya muy pronto se queda sin poder dejar aparcado coche y remolque, ya que se llena enseguida de coches de gente que van a la playa de can perantoni, y en esta rampa no hay unos aparcamientos habilitados para dejar solo el remolque.
A parte de que las rampas necesitan un cierto mantenimiento y se les da de muy tarde en tarde, ya que algunas presentan algunos escalones e irregularidades que a veces pueden provocar algún que otro incidente en el coche o en la propia embarcación al botarla.
Después de haber escuchado con cierto optimismo las noticias de que se necesitan más marinas secas, y más rampas de uso público, soy bastante pesimista en cuanto a su ejecución, ya que no estoy viendo una voluntad por poner orden, y eso de que son muchos los usuarios de pequeñas embarcaciones que utilizan las rampas públicas.
A ver si se deciden y se arreglan o crean nuevas rampas con unos servicios mínimos para los que tenemos la afición del mar y no sólo miran los ingresos de los propietarios de los yates en los clubs náuticos que por otra parte, ocupan terreno público a base de concesión administrativa.