Fondeamos cerca de la costa y nos ponemos los trajes de buceo, el agua esta bastante fría, no nos podemos quitar de la cabeza que pueda aparecer un Blanco Andre se queda junto a su hijo y otro amigo vigilando para poder bucear con mas seguridad.
Nos comenta que es importante no sobrepasar la zona de algas y que estemos pegados al barco.
Esta lleno de focas jóvenes es increíble.
Estamos bastante tensos pero el cuerpo nos pide meternos en el agua y así lo hacemos. Nos metemos despacio y mirando para todas partes, entramos en contacto con las primeras focas y eso nos hace olvidarnos de todo. QUE MARAILLA

Los fondos son una delicia las algas sujetas al suelo miden varios metros y son bastante gruesas. Bajamos tirando de ellas y miramos hacia arriba, es increíble, las focas nos pegan unas pasadas a una velocidad de vértigo, hay tantas que la vista no alcanza a verlas todas.
Si te quedas quieto séte acercan tanto que te quedas bizco.
Son tremendamente cotillas y muy juguetonas. Consigo tocar varias pero desaparecen en cuanto las rozas, me tiene impresionado como se manejan dentro del agua, son maquinas perfectas de bucear.
La verdad ni nos acordamos de los tiburones viendo semejante espectáculo.
Ahora entiendo como los tiburones fallan tanto intentando cazarlas y tiene su estrategia perfectamente diseñada, no tiene que ser nada fácil.
En la isla se veía algún macho adulto o hembra con cicatrices importantes de las mandíbulas del blanco.
Los trajes de buceo son increíbles llevamos una hora en el agua y no tengo el menor frió y te mueves que parece que no lo llevas.
Mi mujer lleva el traje que utilizaba estos últimos años atrás ( Fabricado en España) y yo llevo el que utilizara en los próximos años.
Volvemos al barco la experiencia no tiene palabras!!!
Devuelta al puerto no puedo parar de pensar en lo increíble de LA EXPERIENCIA

La verdad que el viaje en general fue algo para no olvidar Jamás.
