Pues yo doy mi opinión. Puede que sea una travesía muy... pública. Pero cada uno tiene su modo de hacerla. No soy muy partidaria de los "espectaculos", nunca me gustó ver al pariente de la infantita (por nombrar a alguno) con la motito sin despeinarse, nunca le vi mérito a gestas así, pero este caso lo veo distinto. Será por el trayecto en sí, por poder saber qué tiempo le ha hecho hoy, por como estará de ánimos día a día, por el par de pelotas que tiene el tio que a mi, personalmente me tiene enganchada la travesía, el poder leer el día a día de alguien que hace algo así no es habitual. Y si encima, la gente puede ayudarle con sugerencias y hasta llamarle (como cuando se le rompió el timón) pues ya es la releche.
Al fin y al cabo el que rema es él, y él el que pasa frío y calamidades, es su culo y sus manos y su cuerpo los que tienen que acabar destrozaos, pero lo que hace distinta esta travesía es que todos, en cierto modo cruzamos con él el Atlántico. Escribo en un par de blogs de vez en cuando, porque a veces me apetece compartir lo que pienso o lo que me apetece decir, supongo que para él, que está allí en medio del océano, el compartir sus emociones es una necesidad que está ahí, quien quiere lo lee y quien no pues no. Yo las leo aceptando su diario como algo valioso, pues el que escribe lo hace de un modo sencillo, sin florituras, habla claro, se le entiende, no se enrolla con muchos tecnicismos y... joer que me gusta, leche
