Bueno, al final nos juntamos tres navegantes. Por momentos nos hubiese venido bien algo más de peso en la borda pero... nada que no pudiésemos solucionar llevando la mayor como un trapo.
Después de buscarlo sin éxito entre las bateas, perseguimos al cofrade Ivanlc sin saberlo; y Borneira nos perseguía de incognito, imagino que para asaltar la bodega (iba listo

no debió apreciar bien el tamaño de la presa

)
BUeno pues al final, resultó una bonita tarde de navegación, entretenida y con final sorpresa:
Cuando nos retiramos, al ir hacia el amarre, también teníamos un perseguidor sin que lo supiésemos. Al encarar la plaza e ir a apagar motor, me sale un chorro de agua seguido de un bicho oscuro que me da un susto de muerte. El jodío del Gaspar que venía literalmente incrustado entre la cola del fueraborda y el timón. A partir de ahí, eso fue un guirigay. Que si te pillo el cabo del fondeo, que si tiro, que si suelto, que si salgo, que te lo lío en la orza, ahora me voy, ahora vuelvo... juer nos tuvo entretenidos a los del barco de al lado (que venían con chuiquillada) y a nosotros un rato largo.
Era la primera vez que veía un delfín como ese, yo creo que si lo invito a cenar a casa, se viene el tío.
Para la semana organizaremos otra salidita para repescar a los que no pudieron en esta. Diversión segura, oiga!