-"...Lo que pasa es que a algunos les da envidia este sagrado uniforme porque son una panda de haraganes, que van por la mar con cuatro harapos, dicen palabrotas, beben sin mesura y capaces son de vaciar el retrete a las 11 millas solamente para perturbar la Ley.
A ver ¿dónde estaban ellos cuando los sarracenos (ocho) ocuparon la Isla del Perejil? ¿Acaso acudieron raudos con sus barcos, enchidos los velámenes, para prestar ayuda a la Armada por si se les necesitaba? Nada, no fue ni uno. Con ellos sólo se puede contar para pescar peces, explicar chistes gruesos e impropios y otras cosas que no digo. Pero para defender a la Patria, ah no, entonces no, ¿me comprende señor taxista?..."
-"Qué me va a contar a mi, señor Almirante, si yo le contara..."