El otro día, una compañera de trabajo, me comentaba que un sobrino suyo oficial de la armada, llevaba cerca de dos años, desde que salió de Marín sin desembarcar. Después del puteo sistemático que este chico sufrió en Marín, de estudiar a lo bestia (no se repite curso, si se suspende se va a la calle), de pasarse la vida embarcado sin relevo (no hay personal para hacer frente a todos "nuestros compromisos internacionales" porque no se convocan casi plazas), no me puedo imaginar la gracia que le hará que en un acto oficial, tras desembarcar al fín, aparezcan estos figurones tratándo de hacerse pasar por uno de ellos.
No digamos lo de sus órdenes tipo San Juan de Jerusalem y demás, que el único requisito que exigen es ser aristócrata y que papá haya pertenecido antes a ellas y/o soltar una pasta. En fín, lo dicho, unos figurones, pero después de todo hay que agradecerles el buen rato que nos hacen pasar con la risa que dan y no lo digo por el uniforme, que cada uno se puede poner lo que quiera y la mayoría son más feos (no veais esos que se llevan ahora con peludas rajas del culo asomando por encima de la cintura de los pantalones)
Salud
