La historia parece desde luego rara. El mismo autor dice al final que
"Los relatos de naufragios contados por gentes que sobrevivieron y perdieron a seres queridos nunca suelen ser fidedignos"
En cualquier caso, lo que debe ser cierto es la posible peligrosidad de algunos elementos (llámense como se llamen) que ahora invaden muchos barcos para dar luz y vistas. El otro día, en mi puerto había una gran motora, nuevecita, que tenía lo que podríamos llamar un gran ventanal en el casco y no lejos de la linea de flotación... La vista desde la cama redonda del camarote del armador debía ser alucinante en plena navegación... Supongo que tendría todas las bendiciones de nuestros guardianes de la homologacón. Si la vuelvo a ver le hare una foto.


para una tarde tormentosa.