Después de un inoportuno infarto, parece que se está recupernado poco a poco del mismo. Espero que, enseguida, se una a esta nueva cofradía, deleitándonos de nuevo con la bonhomía y sabiduría a que nos tiene acostumbrados.
Levanto mi copa por tí, amigo Antonio, que tanto cariño me has entregado, para que pronto salgamos de nuevo a la mar que tanto amas.
Un abrazo,