Hola a tod@s.
Creo que voy a ser el contrapunto a casi todos comentarios que he leído.
A riesgo de perder reputación
ahí va el mío.
Entiendo que hay dos cosas distintas en esta experiencia.
Una la navegación en sí que tiene miga y desde luego mucho mérito. Experiencia esta para perfiles de usuario de alto riesgo. Están vivos gracias a varios milagros consecutivos y a la cogorza
del patrón del pesquero que tras darles diesel "sólo" les arrancó los obenques. Está claro que veía dos barcos y apuntó al que no era. Si les dá de lleno, el sábado no habríamos estado en Sitges.
Otra cosa distinta es la emocional. Soltar amarras cuando eres una persona afectivamente desamarrada, es fácil. Lo reconoció al comienzo de la charla.
Pero si eres una persona con familia, amigos, un trabajo digno, etc., no es difícil. ES IMPOSIBLE. Mejor dicho egoistamente NO COMPENSA.
Haciendo un breve análisis de la felicidad de esa afortunada pobre gente, creo recordar que yo, de chaval, no echaba en falta la cerveza, el móvil, el coche, ni tan siquiera necesitaba dinero. Hablo de 5-7 añicos. Feliz sí del todo... pero sin nada. Así son de felices esta gente.
Ahora decidme, ya acabo ya acabo, esta gente que no tiene nevera para las medicinas, tampoco han podido probar una cerveza helada. ¿ Cómo se puede vivir sin una cerveza helada a la orilla del mar ?
Creo que todos sabemos ya que la buena vida es cara, hay otra más barata pero no es vida.
Magno. ( Desimpresionándose )