No he leído todas las respuestas del hilo, pero intuyo que no seré el único en opinar que, en esta taberna, en rarísimas ocasiones habremos visto semejante ejercicio personal de prepotencia, pseudosuperioridad y soberbia, aderezado con una cánida enseñada de dientes sin parangón, que nadie le ha pedido.
Le trato de usted por su comodidad, no sea que alguien cercano a su estatus observe cómo se comunica con homínidos de igual a igual, y ruego no nos muestre el camino, permitiéndonos continuar en nuestra ignominia aquí, en nuestra taberna, mostrando y compartiendo con vehemencia nuestra pasión por tan noble afición, todo ello regado con abundantes rondas de ron, cerveza, carajillos (y Cardhú) virtuales.
Fíjese, hasta escribimos correctamente... y del tirón, oiga.
