Re: Zodiac a vela
Allá por el año 1.970, la casa ARTIACH fabricaba una piragua hinchable, a la que se le acoplaba un complicado sistema de orzas abatibles a los costados, un pequeño mástil montado sobre el respaldo del asiento delantero, en el que se izaba una vela latina, y un timón gobernado a base de cabos y roldanas, este fue el primer barco de vela que tuvimos mi hermano y yo.
Lógicamente, con aquel artefacto, lo suyo sería haber odiado la vela, pero al final, y por pura intuición, conseguíamos dominar el viento, y desplazarnos de un lugar a otro de un pantano, llegando al punto donde queríamos ir, y no donde nos llevase el viento.
Contrariamente a lo esperado, vencer esas dificultades, me creó una afición por la vela, que 37 años después sigue en aumento.
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Cuando el Cierzo llega al mar
se convierte en Vent de Dalt
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