Mi barco es como un castillo de Naipes.
El año pasado, si ir más lejos, después de desayunar, yo bajaba al paseo marítimo y si veía un día como el domingo, sin viento y con bastante mar de fondo, me olvidaba del barco y me iba a pegarme un Vermutillo a base de bravas, boquerones, calamares una cervecita y a tomar el sol hasta la hora de comer.
Ahora eso se acabó, ahora tengo que salir y navegar más rápido que otros trece, todo por que se nos ocurrió la genial idea de montar este circo!!
Primer problema, si no hay viento yo no sé hacer funcionar mi barco, ahora ya he aprendido a vivir con esta idea. Antes de daba al motor, pero se ve que en regatas está mal visto.
Segundo problema, gracias a una conjunción de innumerables variantes, muchas de ellas tienen que ver con lo esotérico y lo paranormal, en el pasado, logramos dos o tres podios en regatas de club aisladas. Eso me confirió una notable autoridad como patrón, me atrevería a afirmar, que veía miradas de admiración entre mi tripu.
Después una regata en que nos pudimos defender más mal que bién y dos más para llorar, mi autoridad abordo empieza a estar comprometida, os cuento:
El proa y el pianista, cuchichean me miran y se ríen. Con un par de voces autoritarias lo podría solucionar, pero el drama viene por que se trata de mi mujer y su hermana, solo se me ocurre un panorama peor y es que mi suegra fuese el táctico.
Expresiones como “¿quieres decri?” o “¿Estás seguro?” empiezan a ser frecuentes abordo.
Toda mi táctica de auto-defensa basada en el hecho que mi barco en ventolinas es un tocho, se vino abajo el otro día con la aparicion de “la naranja mecánica” (según samudra) o “el octubre Rojo” (según rodamón).
Se trata de un Vaurien con cabina o un optimist con génova, no lo sé exactamente, solo sé que el tío es un hacha, ¡¡¡hizo segundo en compensado!!! Un fiera.
Frases como “este es más pequeño y mira como corre” con el ruido del flameo de velas de fondo me partía el corazón.
Para más INRI los fenómenos paranormales que antaño nos empujaban al podio, se han vuelto contra nosotros, el otro día por ejemplo, llegamos a la boya de barlo, izamos el spi (completito, con su tangón, su amantillo, su contra, su driza, no como la marico**** asimétrica que lleva Samudra), el spi nos empuja 3 segundos, el viento rola y tenemos que desmontar el chiringuito, la driza se engancha y no hay tu tía, al final bajó al cabo de .... una eternidad.
Todo me vá mal.
Es por esto que necesito con urgencia un día de gloria, por mi reputación, por mi amor propio o por mi matrimonio.
(vereis que yo tampoco me río, ¿seré sueco?)