Recibido por fax (Diario Menorca)
Las Capitanías Marítimas de Maó y Ciutadella han remitido un informe vinculante a Demarcación de Costas para que ésta regule el fondeo incontrolado de 1.700 embarcaciones en el litoral insular. Este análisis de la situación puede derivar en la prohibición de dicha práctica si no es bajo una regulación especial. La solución sugerida pasaría por ceder parte de la lámina de agua a Ports de Balears. En este caso, Capitanía Marítima aconseja la construcción de varios puertos deportivos temporales como método más eficaz para organizar el atraque y evitar los riesgos apreciados hasta la fecha.
El informe de las Capitanías Marítimas de Maó y Ciutadella argumenta que estas barcas fondeadas con muertos o boyas, carecen de ordenación, de la autorización correspondiente y del balizamiento normativo. Asimismo, sustenta la necesidad de una regulación en los peligros que supone el fondeo incontrolado e ilegal actual.
Peligros
Una de las principales contingencias que han apercibido es la ausencia de estaciones de servicio en los diferente puntos de concentración de embarcaciones, lo cual aumenta el riesgo de accidentes marítimos. Estos se producen tanto en el momento de rellenar el depósito como por la acumulación de combustible en las embarcaciones en lugares no diseñados para ello. Asimismo, alertan del peligro que supone trasladar el combustible de una gasolinera hasta el punto de amarre, transformando los coches particulares en bombas rodantes.
Otro de los peligros detectados es hacia los bañistas. La acumulación de naves en las calas, usadas como puertos deportivos, provoca la invasión de las zonas de baño. También alerta de las posibles colisiones, hundimientos y varadas que pueden sufrir estas embarcaciones sin posibilidad de pedir responsabilidades a ningún ente gestor de lo que sería un puerto deportivo improvisado.
En cuanto a los problemas de contaminación que acarrea esta concentración ilegal de barcas en el litoral, Capitanía Marítima alerta de vertidos incontrolados. El hecho de rellenar manualmente los depósitos repercute en que estos rebosen y pierdan una carga que va directamente al mar. Asimismo, estos puertos improvisados no disponen de los medios anticontaminación adecuados para este tipo de derrames tal y como estipula el Real Decreto 253/2004, de 13 de febrero.
Por otro lado, los muertos o boyas utilizadas para el fondeo son de un sólo uso, con lo que tras cada temporada quedan hundidos al fondo del mar acumulándose en él grandes cantidades de hormigón, cadenas y cabos. Asimismo, el informe avisa de que la ausencia de zonas de servicio para el fondeo y de puertos deportivos, conlleva al atraque con anclas a lo largo de la costa, arrastrando el fondo marino. Por último, Capitanía Marítima recuerda que la ausencia de marinas secas crea vertederos de embarcaciones en el dominio público marítimo terrestre.
Soluciones
Ante este cúmulo de circunstancias, Capitanía Marítima recomienda a Costas que tome cartas en el asunto y regularice la situación. De este modo pueden darse dos alternativas diferentes.
Por un lado, la prohibición total y absoluta de fondear en el litoral insular. Medida drástica que afectaría tanto a quienes disponen de una embarcación de recreo como a los puertos, que no podrían absorber la demanda.
Por esta razón, las Capitanías Marítimas apuestan por la construcción de puertos deportivos temporales. "No creemos en la necesidad de más cemento, lo que se debe hacer es adecuar las soluciones a las necesidades", declaró ayer el capitán marítimo de Maó, Santiago Nolla. Para ello, sería imprescindible que Demarcación de Costas cediera parte de la lámina de agua que rodea las zonas de fondeo a Ports de Balears, ente adscrito al Govern, que gestiona los usos portuarios deportivos.
Con esta alternativa, se vincula la ubicación de gasolineras cerca de los puntos de amarre, lo cual minimizaría riesgos, así como se dotaría a una zona totalmente ilegal de los servicios básicos necesarios en toda instalación portuaria.
Hasta que Costas no decida si regular o no esta actividad, las barcas podrán seguir fondeando en estas zonas, aunque bajo la responsabilidad total del patrón de la embarcación siendo este susceptible de la sanción correspondiente.
Demanda de 2.900 amarres
El informe realizado por las Capitanías Marítimas de Ciutadella y Maó documenta el alarmante déficit de amarres que padece Menorca. Según las cuentas realizadas por cada estación marítima, la Isla precisaría unos 2.900 puntos de atraque más. Hace un año, el puerto de Maó gozaba de 1.700 amarres, y una lista de espera de 300; Ciutadella tenía 400 solicitudes disponiendo de 291 puntos de atraque; Fornells tenía una lista de espera de 187 y gestiona 150 amarres; Cala en Bosch tiene 260 plazas y una demanda en espera de 100; Addaia, 165 y 50 respectivamente; y la demarcación de Costas gestionaba 961 amarres y tenía 186 en espera. La demanda acumulada llega a las 1.223 peticiones de atraque, a las que deben sumarse las 1.700 embarcaciones ilegales.
