Lo más ridículo del tema anglofónico, es que los que utilizan esos anglicismos en general no tienen puñetera idea de hablar inglés.

Esto me recuerda una anécdota de un presidente argentino de finales del siglo 19 (Domingo Faustino Sarmiento) Que en una conferencia dijo Shakespeare, tal cual se lee en castellano y unos cuantos listillos del público se rieron con sonra... Sarmiento que había vivido muchos años en EEUU, continuó la conferencia en inglés.

Creo que no estaría mal copiar la actitud de Sarmiento y los que sepan hablar inglés, que le contesten en ese idioma a los que utilizan reiteradamente anglicismos.
