Soy un enamorado del cabo de gata, La proliferación de edificios dentro del parque, las necesidades urbanísticas que acarrean, la presión agrícola al perímetro del parque sin dejar unazona de colchón, y otro sin fin de calamidades administrativas, acabaran con uno de los últimos ecosistemas costeros que quedan en la costa mediterraneo.
Comprendo perfectamente a los lugareños y sus problemas, pero puedo afirmar que el pretendido beneficio económico que intenta justificar la existencia de dicha política, no crea nada más que pan para hoy y hambre para mañana. Lo digo desde el amor y cariño que por esa tierra siento.
