Recogiendo el testigo del cofrade Butxeta vamos a intentar sacar alguna conclusión.
Aunque mi conclusión la tendré que encajar dentro del saco de las opiniones, al menos en lo que se refiere a sacar algo en claro del gráfico de incidencias de SM.
Y como dijo uno de mis filósofos favoritos, el gran Harry Callahan, “las opiniones son como los culos: cada uno tiene el suyo”.
Digo esto por que el gráfico no lo podemos tomar como un dato estadístico completamente fiable ya que no nos dice el muestreo de ambas poblaciones si no que nos enumera los casos cuantitativamente. Bueno, los que sabéis algo sobre ciencia estadística ya sabéis a lo que me refiero.
Mi primera opinión sobre este gráfico, es que me sorprende que no haya más incidentes registrados en el sector de los deportivos y que nos mantengamos por debajo de los profesionales cuantitativamente hablando la mayoría del año siendo una flota, la deportiva, mayor.
Incluso los meses en que superamos en numero de incidentes que coincide en que los pantalanes están medio vacíos (los de charter lo están completamente en esas fechas) me parecen pocos siniestros comparado por el numero de barcos deportivos que hay “sueltos”.
Y una última reflexión que hago sobre la siniestralidad en los barcos de recreo, apoyándome en un comentario que me hizo un experto en seguros náuticos y cofrade de esta taberna, es que los seguros náuticos no son considerados de alto riesgo por las compañías. Solo hay que hacer una comparación: asegurar un coche de 20.000 € a todo riesgo cuesta alrededor de los 500 €, asegurar un barco a todo riesgo que cuesta 200.000 € no cuesta más de 1.500 €. Hay una desproporción ¿no?.
En pocas palabras, con esos datos nadie puede demostrar que el sector amateur sea una catástrofe.
Pero vamos a intentar analizar las causas de los siniestros e intentar sacar algo en claro.
Los siniestros se disparan en verano: lógico, hay más barcos.
Primera conclusión que yo saco: barco que no navega, barco que se avería más fácilmente.
Segunda conclusión: patrón que no navega, patrón que comete una torpeza más fácilmente.
Esto es fácil de ver ¿no?
Pero hablemos de las charter, sector que creo conocer en profundidad y aquí hemos apuntado como principales responsables.
Insinuar como se ha insinuado que son los extranjeros sin título los que tiene más accidentes me parece una falacia, primero porque por cuestiones de seguro todas las chárter que yo conozco (y creo conocer unas cuantas) exigen un certificado de formación o titulo y en algunas además un “curriculum” firmado. Y si me atengo a mi propia experiencia, no son precisamente los que más y peores incidentes tienen. Lo dejaremos en un empate para que nadie se mosquee.
Si hay que decir una cosa: algunas charters son autenticas calamidades en cuanto al mantenimiento de sus barcos y de hecho algunos profesionales suelen evitar ser contratados.
Tercera conclusión: barco mal mantenido = a pequeñas averías. Pequeñas averías + patrón poco experto = a incidente.
Ahora vamos a mirar hacia nosotros mismos, los que navegamos por placer.
No haré la distinción fácil entre tractor y velero, pues se sabe que algunas peticiones de socorro han sido por veleros que se han quedado sin combustible.
Podríamos dividir los incidentes en dos grupos: los causados por el patrón y los causado por la una avería.
De los causados por el patrón podrá haberlos por su falta de pericia o por su temeridad.
De los causados por averías mecánicas serán las de falta de mantenimiento o mantenimiento deficiente y las averías fortuitas.
(Ambas cosas he conocido y me hubiera gustado estrangular al responsable)
Estos dos últimos grupos se solucionan simplemente con una mejor formación práctica y perder miedo a leer, al destornillador y la llave inglesa.
Cuarta conclusión: hay que mejorar un poco la formación.
En definitiva: con mi ladrillo quiero exponer mi opinión (culo) que no hay motivos para ser tan catastrofistas y que no hay por qué dar pábulo a aquellos que piensan en que nos tiene que controlar más porque somos un peligro para la navegación y lo que quizás si necesitemos mejorar un poco nuestra formación y concienciación para que estas estadísticas no sean buenas, si no excelentes.
Salut i Ron