La vuelta fué divertida, como chicarrones del norte nos empeñamos en salir dando bordos, pero una virada cada 2 minutos es demasiado para mi cuerpo (tengo que ponerme en forma) y desistimos convirtiendonos eventualmente en tractoristas.
Aquí la tripu Cantante, Edu y yo.
y otra con el puente de fondo con Marenmoto
y aquí la machina ya en puerto
Aún tuvimos tiempo de tomar una cervecita, antes de poner rumbo a Donosti, el que puso las velocidades máximas en autopistas debía ser de aquí, es dificil pasar de 120, de noche y sin conocerlas, para seguir quejandome de las nuestras, en comparación son rapidísimas.
Despues sigo....