Epops, la mesa de la cocina?? que barbaridad. Es cierto que el Estado debe poner unos mínimos en cuanto a seguridad se refiere. Imagina el rescate de un aventurero como este, la cantidad de pasta en euros o rublones rusos, que da igual, que costaría movilizar a la Salvamar, el ejercito o desviar cualquier mercante de su ruta. Pero también es cierto que para eso se pagan impuestos, ¿no?
En fin, de todos modos, y sinceramente, aunque el mismísimo rey me autorizara tal aventura, a mi me faltan muchas cosas

para realizar semejante aventura, entre otras, valor. ¡con lo agustito que se está en un 40 pies!