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Predeterminado Re: ¿Y por que nos gustan los faros? y cuales

Para los que más que los detalles tecnicos de los faros nos interesa o nos engancha el faro en si, su entorno, su soledad, su romanticismo,la imaginacion que nos desarrolla , creoque esta entrevista puede gustaros


Nombre: Mario Sanz Cruz
Libros: “Faros de Almería. Mucho más que señales marítimas”
Entrevista: Octubre 2008
Entevista de Alberto Cerezuela – www.albertocerezuela.com
Antiguamente, los faristas tenían que velar, media noche cada uno, porque la luz era generada por la quema de un combustible, que podía apagarse u originar un incendio, por lo que el trabajo era muy esclavo.



Mario Sanz Cruz es técnico de ayuda a la navegación en el faro de Mesa Roldán desde 1992. En 2003 publicó el libro “Faro de Mesa Roldán, apuntes para una historia”. En 2007 ha sido coordinador del libro “Con el mar de fondo - Relatos de Carboneras”. Ha recibido varios premios de relato y poesía, ha publicado relatos y poemas en publicaciones conjuntas de DTebeos y la revista Transparencias. Colabora en revistas como Axarquía, Farua, Ozio, Instituto Andaluz del Patrimonio
ENTREVISTA
Me da la impresión de que un faro es el lugar idóneo para dejar volar la mente y esperar a que surja la inspiración en forma de versos, relatos… ¿me equivoco?
Cada faro es un mundo y todos están rodeados de un halo de misterio y romanticismo, a veces merecido y a veces no; pero el faro de Mesa Roldán, donde yo vivo y trabajo, es un paraíso de tranquilidad. Realmente lo que más ayuda a escribir, aparte de tener algo que decir, es poder hacerlo sin interrupciones, sin ruidos y sin molestias. Si a eso le unimos una de las panorámicas más impresionantes de todo el Mediterráneo, para mí es el lugar ideal.
¿En qué consiste exactamente la labor de farero? Es una profesión que a mí, personalmente, me fascina.
Los fareros, que ahora nos llamamos técnicos de Ayudas a la Navegación, nos dedicamos a mantener en funcionamiento todas las señales marítimas: faros, balizas, boyas, luces de puertos, etc.
Hace años que se acabó con el binomio faro-farero, como dedicación exclusiva a la atención de un faro en particular, pero los de Almería seguimos viviendo en los faros más importantes, y desde allí mantenemos todas las señales de su entorno.
Si no estoy mal informado, en Almería existen 12 faros, aunque sólo 10 están en funcionamiento. ¿Tienes contacto con los demás fareros de la provincia? ¿Es un gremio agradable? ¿Cómo se colabora entre compañeros?
Sí. Tenemos 10 faros funcionando, uno apagado en Roquetas y uno desaparecido, que estaba en Villaricos.
En la provincia somos 5 faristas (como se dice aquí), una mujer y cuatro hombres, que, a pesar de estar muy lejos unos de otros, colaboramos entre nosotros para cualquier trabajo que se salga de lo normal: montaje de nuevas señales, averías de importancia, o para hacernos las suplencias por vacaciones. El ambiente, en general es bueno.


Me llama poderosamente la atención la gran cantidad de documentación que existe en los archivos de los faros. Prácticamente se puede elaborar un libro de historia contemporánea a través de estos documentos. En otros ámbitos no ocurre así. ¿A qué se debe? ¿Acaso el farero tiene verdadera conciencia de la importancia de conservar notas, archivos y demás?
Desde que los faros se pusieron en marcha, siempre se ha llevado un estricto control de todo lo que entraba y salía en los faros, de las novedades de cada día y cada turno, de las visitas, etc.
Una característica de los faristas es que siempre han sido gente que sabía leer y escribir perfectamente y tenía ciertos conocimientos científicos necesarios para realizar su trabajo. Porque ellos eran los oficinistas, los contables, los técnicos, los limpiadores, etc… Esto no sucedía, hace siglo y medio, en casi ninguna profesión, por ello, cada faro es como una institución en pequeño, con su base documental particular.
De esa valiosa y detallada documentación me he servido para realizar mis libros sobre faros.



¿Hay muchas diferencias entre la “vida” en el faro de hoy en día y en la de principios del siglo pasado, por ejemplo?
Antiguamente, los faristas tenían que velar, media noche cada uno, porque la luz era generada por la quema de un combustible, que podía apagarse u originar un incendio, por lo que el trabajo era muy esclavo. Además, al apagar, había que limpiar todo y rellenar los depósitos de combustible. Esto sin día libres. Ahora tenemos un horario continuo, de lunes a viernes, aunque, a veces, tenemos que hace algunos servicios fuera del horario.
Otra de las diferencias está en las comunicaciones. Antes había que ir al pueblo más cercano, para comprar lo más necesario o para la mínima relación social, andando, en burro o en bicicleta, según las épocas. Ahora los coches han aliviado totalmente el aislamiento que se sufría en muchos faros.

Me imagino que ya no se vive dentro de los faros… ¿o sí? Cuéntanos tu experiencia al respecto.
Aún vivimos en los tres faros principales de la provincia: Mesa Roldán, Cabo de Gata y Sabinal.
El hecho de vivir en un faro aislado, como es Mesa Roldán, reduce el romanticismo que pudiese tener a priori, porque la costumbre da normalidad a todo, pero la experiencia es realmente gratificante. Sobre todo por enfrentarte tú solo, a tanto horizonte, a tanto mar, a todo el cielo limpio, a las noches cuajadas de estrellas, a los vientos, las lluvias, los rayos; en fin, vives, para lo bueno y para lo malo, metido de lleno en la naturaleza, sin el envoltorio, la protección o las limitaciones de un pueblo o una ciudad.



¿Los avances tecnológicos actuales han hecho que se pierda, en parte, esa magia que parece envolver al faro y a la figura del farero?
Es evidente que la tecnologías han avanzado mucho y que el faro ya no es la única ayuda de los marinos, pero sí es la única gratuita, que no necesita aparatos para ser interpretada; por lo que cualquier navegante sin muchos recursos, o que se encuentre en una emergencia, puede utilizarlo. Lo contrario sucede con los GPS y los Ploter, que se venden a precios que mucha gente no puede pagar y que en caso de avería eléctrica, abandono de la embarcación por naufragio u otra contingencia, dejan de ser útiles.

El faro sigue estando ahí, mandando su señal altruista para todos los navegantes, sin discriminar entre nacionalidades, niveles sociales ni trámites legales; por lo que puede ser utilizado por el crucero más rico del mundo y por la patera más cutre. Ni que decir tiene que también manda su luz para los que lo vemos desde tierra, inspirando a artistas, escritores y enamorados (aunque parezca cursi o fuera de onda es un hecho).

¿Existían faros en Almería antes de la llegada de la electricidad? ¿Cómo se las arreglaban? ¿Qué combustibles usaban?
Sí. Los primeros faros de Almería datan de 1863, y la electricidad empezó a llegar a mediados del siglo pasado, a algunos llegó en los años 70.
Al principio los faros consumían aceite de oliva, después parafina y, más tarde, petróleo. Por eso tenía que haber dos o más torreros, como se llamaban entonces, en cada faro, para dividir las guardias y que nunca estuviese desatendida la lámpara y ni el sistema de giro.

¿Se sigue dejando documentación escrita a mano en la actualidad? Creo que es algo muy importante y que merecería la pena conservar.
Seguimos haciendo del “Diario de Servicio”, como siempre, y ahora, además pasamos un parte semanal escrito a nuestro encargado, que lo archiva en el Puerto de Almería. También utilizamos el correo electrónico que es un medio escrito.
La diferencia de los diarios, sobre todo, estriba en la cantidad de reseñas personales, privaciones y demás problemas derivados del aislamiento, que se encuentran en los antiguos; que quedan reducidos al mínimo en la actualidad, lo que no quiere decir que no existan. Pero en lo esencial del funcionamiento de los faros, cambios o incidencias, siguen siendo documentos importantes.
¿Crees que los faros en general, y más concretamente los de Almería, están desaprovechados como reclamo turístico? El de Carboneras o el de Cabo de Gata, por ejemplo, a mí me parecen magníficos.
El faro de Cabo de Gata es, actualmente, la imagen más conocida de Almería, pero ciertamente, los demás están bastante olvidados, a pesar de ser marcos incomparables. Nunca he visto una postal donde salga Mesa Roldán.
Otra cosa es la apertura, de continuo, al público de las señales, que supondría cambios y complicaciones.
Actualmente los faros pueden visitarse pidiendo permiso a la Autoridad Portuaria. Muchos colegios, instituciones y asociaciones nos visitan alo largo del año.
Yo creo que los faros deberían ser catalogados como Patrimonio Histórico y, con el permiso de mis compañeros que viven en ellos, algunos deberían convertirse en museos, salas de exposiciones o lugares de cultura; nunca deberían enajenarse para fines comerciales o privados.



¿Qué papel han desempeñado los faros en las contiendas bélicas importantes?
Los faros, en las guerras, casi siempre han permanecido apagados para no servir de referencia al enemigo y ser utilizados puntualmente para ayuda de los aliados propios. Como puntos importantes de referencia han sufrido la violencia de la guerra, siendo ametrallados y bombardeados para tratar de inutilizarlos.
Cuando los faros se han apagado por guerras, los torreros han servido como vigilantes de la costa, y algunos de los edificios han sido ocupados por el ejército.

Cuéntanos alguna anécdota personal relacionada con tu trabajo en el faro Mesa de Roldán.
En el faro me ha ocurrido de todo, pero una pesadilla constante son los rayos, que destrozan el sistema de giro del faro, el transformador y todo lo que pillan. Lo curioso es sentir la caída de rayos encima, el ruido fuerte y seco que producen, a diferencia de cuando oímos los truenos desde lejos, que van acompañados del eco correspondiente. La verdad en que una tormenta en el faro es un espectáculo de una belleza complicada pero impresionante.

Otra cosa curiosa es que alguien (no muy enterado de las particularidades de esta meseta) ha hecho una guía de viajes, marcando un camino entre Agua Amarga y el faro, por la parte del mar, que no existe. Esto hace que mucha gente aparezca, trepando por el monte, en la terraza trasera del faro, que está rodeada de acantilados y sólo tiene acceso por el salón de mi casa. Gracias a ese avispado escritor, hemos tenido que sacar por el pasillo de nuestra vivienda a grupos de más de 15 excursionistas alemanes, gente con mochilas, con perros, incluso con bicicletas de montaña.
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el primer beso siempre se da con la mirada

Editado por Fareraa en 17-06-2009 a las 00:34.
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Los siguientes cofrades agradecieron este mensaje a Fareraa
Coletes (21-06-2009)