Pues yo, en plena vorágine de la Cultura del Miedo, volé de Bilbao a Palma con una navaja con abregrilletes en el bolsillo. Me la había regalado mi hermano y olvidé meterla en la maleta. Así que vino en mi bolsillo tooooooooooodo el viaje sin darme cuenta.
Y se libraron porque soy tranquilo, que si me cogen de resaca navideña, secuestro el avión y me largo a Isla Tortuga.
Conclusión: todo es un puro cachondeo.
Embat