Es la filosofía reinante en este país, un barco es un lujo extremo que hay que gravar y perseguir. Cientos de funcionarios traman cada día algo nuevo para hacer mas dificil, mas caro y mas inasequible ser el armador de un barco.
Añadamos a eso los gastos "normales" de mantenimiento y tenencia de una embarcación, seguro, averías... y ya que estoy con los inconvenientes, lo de tener un puto de amarre termina siendo misión imposible.
Conmigo lo consiguieron, yo ya no tengo barco, me planteo comprarlo de nuevo si algún día puedo sacarlo como mínimo 3/4 veces por semana. De no ser así no creo que compense cargar con los gastos y las chorradas que se le van ocurriendo a los iluminados de turno.
Que país

<----- (la bandera con emoticonos...)