Discusión: Travesia accidentada
Ver mensaje
  #97  
Antiguo 18-09-2009, 15:36
Avatar de Gota
Gota Gota esta desconectado
Hermano de la costa
 
Registrado: 25-06-2009
Localización: Mediterráneo
Mensajes: 3,098
Agradecimientos que ha otorgado: 896
Recibió 1,171 Agradecimientos en 500 Mensajes
Sexo:
Predeterminado Re: Travesia accidentada

Queridos fans:

Estoy hasta las narices de Maria Navarro, no he hecho más que contratarla y ya me tiene jarta con tanta obligación, en una de estas la despido y fuchi fuchi.

A mi lo que me mola es contaros mi relato y no tanta firma y tanto bolo, asi que lo mando todo a tomar por pompis y me entrego de patas a esta taberna.

El regreso:

Después de haber dormido como sátrapas nos levantamos pensando que era nuestro último día ahí.
Edita, Moni y yo nos fuimos con los perros a la playa. El fueraborda funcionaba divinamente porque ya se había desahogado, así que no me explico qué es lo que hice el día anterior para que no arrancara; como soy tan despistada estoy pensando que igual no le puse el hombre al agua o vete a saber, con los nervios de que todo el mundo nos observara cualquier cosa pudo ser.

Mientras tanto, Juan y Miguel empezaron a arranchar para la travesía de vuelta. Cuando nosotras volvimos subieron el tender con una driza y el motor fuera borda, y lo dejamos todo bien trincado. También preparamos unos filetes de lomo empanado y tortilla de patata para ir comiendo sin necesidad de platos ni cubiertos, porque navegando es preferible la tecnología digital (con los dedos)

En esto apareció el boyero, supongo que para saber si nos íbamos ya, puesto que no se puede ocupar una boya más de dos días seguidos, pero Miguel aprovechó la coñontura para seguir con el cachondeito:

-Claro, claro, vosotras sois las típicas mosquitas muertas, pero el boyero está todo el dia viniendo a veros, a saber qué habéis hecho con él
-¿Nosotras? nadaaaa, que no hemos hecho nada!!
-Claro, claro, que vais a decir, si sois las típicas.

La verdad es que daba gozo ver cómo se le partía la caja a Mónica de risa con las tontunadas de su chico; estos dos se pasan el día con agujetas de tanto reir. En cuatro años de relación adeguran no haber discutido jamás, y no me extraña, con tanta risa no les da tiempo!

Después de un último baño de despedida, escuchamos el parte:
Viento de Sureste fuerza 3-4 estado de la mar marejadilla a marejada, así que no estaba nada mal para nuestro rumbo a Badalona.

A las cinco de la tarde quedábamos libres de la boya y salíamos sin dificultad de maniobra porque el viento del sureste nos doblaba perfectamente, y antes de salir de la rada cogimos arrancada para ir divinamente con un sólo motor, el cual fue quitado enseguida después de izar velas (sólo Mayor y génova para ir a un largo)

Pusimos proa a Es Vedrá y durante las primeras 7 horas de travesía el parte se cumplió, pero al llegar a Punta Moscarté y quedar desprotegidos de la costa la cosa empezó a cambiar y se establecieron 35 nudos de viento con rachas de hasta cuarenta y cinco, rolando del sureste al leste. La mar también iba creciendo, y la marejadilla se convirtió en marejada y fuerte marejada Pusimos dos rizos a la mayor y otros dos al Génova, pero aún así el barco se movía mucho y de repente se oía algún ruido dentro, de este tipo:

Catracrássssss
Crooooook
Cliiiiiinch

Todos íbamos sentados a popa, menos Juan que iba de pie a la caña porque tuvo que quitar el piloto automático, ya que con esa mar nos arriesgabamos a que se rompiera. Además era conveniente negociar la ola para ir más cómodos, sobre todo cuando venía una desmandada del través.

Mónica y Miguel iban progresivamente dejando de hacer bromas y reirse respectivamente, mientras que Edita leía tranquilamente una novela de amor y lujo a la que se había enganchado sin inmutarmse lo más mínimo por los movimientos ni los ruidos de cosas rotas.

Fuimos bajando todos a por ropa de abrigo a medida que pasaban las horas, y al final acabamos con forros polares y trajes de agua, porque se puso a lloviznar y hacía bastante frío.

A mi me daba miedo que mi López se cayera por la borda, porque se asomaba por sotavento todo el rato, pero no lo quería atar por miedo a tropezarnos con el cabo y caernos, así que opté por irme con él al camarote, y de paso me llevé también a Chufo.

Al bajar me encontré todo por los suelos, cubiertos, baúles, ceniceros, CD,s etc, y fui sorteando como pude las cosas agarrándome a todo para no caerme. Los perros no podían agarrarse e iban intentando mantener el equilibrio, pero patinaban y se daban de cosques con todo

Me tumbé en la cama con los canes, pero dentro se nota todo mucho más, cuando rompen las olas contra el casco arma un estruendo, el ruido del generador se amplifica, el ruidaco del winche eléctrico cuando hacían los rizos lo mismo, aparte de cosas que se seguían cayendo por el suelo y también armaban su jaleo, todo acompañado por el sonido del viento, que daba miedo: uuuuuuuuuuuuuuu. Total, que mis perros empezaron a estresarse, Chufo jadeaba sin parar y mi pobre Lopecito temblaba como un vibrador a pesar de que yo lo abrazaba todo el rato.

En el techo de mi camarote hay un tambucho que da justo a la toldilla (generalmente en los veleros es la bañera), y yo lo llevaba abierto para oir los comentarios y enterarme de lo que pasaba.

El viento seguía arreciando y la mar ya era mar gruesa, así que terminaron por dejar una pañoleta del génova a modo de tormentin. Mi Juan a ratos capeaba el temporal y a ratos lo corría, turnándose a la caña con Miguel cada hora para ir descansando a ratitos.

En medio de aquella situación, Miguel quiso apuntar la posición para marcarla en la carta, pero no le dio tiempo ni a verla porque se apagó el único GPS que nos quedaba y que no volvería a encenderse más en todo el trayecto, pues su batería se había agotado, a pesar de que poco antes indicaba que le quedaban un par de horas. Por cierto, que al llegar a destino volvió a encenderse, misterios de la electrónica.

De repente el generador, que iba encendido para cargar baterías, hizo puf puf puf y se paró. Juan y Miguel intentaron arrancarlo pero no se ponía en marcha, era inútil. Como nos era imprescindicle cargar baterías para los enrolladores hidráulicos, Juan bajó a arrancar el motor de estribor (el único que funcionaba) que también carga... y aquí vino lo peor: tampoco arrancaba ni llorando.

Desde mi camarote oí que Juan sentenciaba:

"Lo tenemos crudo, vamos sin motores, sin generador y sin GPS"

Una pausa para la publicidad
Sunrise, cariño, espérame que vuelvo enseguida


__________________
MariGota






Editado por Gota en 18-09-2009 a las 20:36.
Citar y responder