Hermosa foto, vive Dios,
he aquí dos hermosas razones para amar ese barco,
dos molinillos accionados por los poderosos hermanos Perkins.
Y una vez contada la aventura en tono jocoso,
después de habernos divertido a la vez que instruido,
no queda más que agradecer a Gota su trabajo por darnos a conocer con tanto salero
este relato de sus vacaciones, a Blue Alachar el Patrón por sus reflexiones,
a Chufo y López por su fotogenia, a Internet por que no nos transmita el olor de los accidentes gaseosos del probe Miguel, y en definitiva, dar las gracias a todos los que han hecho posible que hayamos pasado estos ratos tan simpáticos...



Por cierto ¿linda? Edita,
lo que a tiempo no cojes,
el mismo tiempo te lo quita,
por ello no te enojes.

