[Ventarrón]

Hola a todos...

Soy yo de nuevo, Daniel.

Bien, antes de empezar a escribir quiero que sepan que esto que les voy a contar no es navegar, cuando uno dice "que rico estuvo el fin de semana en algarrobo" no se refiere a una version pulida de lo que les voy a relatar, y esto se parece tanto a navegar, como estrellar autos contra muros de concreto en distintos angulos se parece a manejar.

Ayer Felipe escribia "estamos mas enteros que nunca" porque hablaba de un breve lapso de tiempo que se produjo ayer entre el momento en que nos dejo el frente anterior y empezo este nuevo frente, como una brisa inocente de 13 agradables nudos en un dia de sol y calida temperatura, sobra decir que esta brisa inocente espero hasta la noche para transformarse en un huracan del horror con rachas de 54 nudos, todo esto, por supuesto, cinendo.
Muy grato.

A esa hora, en medio de la oscuridad y luego de haber tomado rizos, virado negadas y proferido todas las maldiciones que nuestra rica lengua nos ha otorgado, empezamos a sentir un ruido, no un ruidito, sino una especie de traqueteo equivalente al de una locomotora descarrilada pasandote por encima. La mayor que va fija al mastil por una secuencia de carros en uin riel, habia perdido esta union por lo menos en 3 lugares lo que dejaba unos unos 7 metros de vela libres flameando felices al huracanado vendaval. Existen muchas formas de describir nuestra apreciacion del asunto, pero creo Ashley Garrard en su libro sobre el viaje de Scott al polo hace una descripcion pormenorizada de la situacion en una frase simple "la expedicion polar es la forma mas solitaria de pasarlo mal que se ha inventado en la historia". Bueno, estamos aqui frente a otra buena alternativa para quien quiera pasarlo francamente mal.

Navegar en estas condiciones ha sido una prueba que los organizadores de la regata han dado en llamar "valerosa, excepcional, heroica", cuando mis calificativos, para el mismo evento y desde uno de los barcos, serian mas bien "estupida, masoquista, irracional e irresponsable". Como sea, al menos con Felipe nos esforzamos en ver la parte positiva y divertida de todo esto y aunque ha sido una tortura agotadora que ha llevado al limite nuestra tolerancia a la frustracion, creo que para ambos ha valido la opena y no olvidaremos el paseito nunca mientras estemos vivos. Es importante recalcar que no es normal que abandone casi la mitad de la flota, que uno pase una semana con vientos huracanados de proa y que todos los barcos rompan velas, estructuras, cabos y temples. Por todo lo anterior mi intencion de iniciarme en la vela oceanica "de verdad" ha sido plenamente satisfecha, con creces, diria yo.

Anoche me pase varias horas en maniobras en la cubierta de proa, que le permite a uno disfrutar del frio, los golpes y el agotamiento en una proporcion parecida al montanismo, pero con una diferencia: aqui estas compitiendo contrareloj y hay otros 16 barcos tratando de hacer lo mismo pero mas rapido, este escenario es lo mas duro de llevar, el cansancio impostergable, las maniobras urgentes. La imposibilidad de detenerse, reflexionar o descansar.

Les mando un abrazo a todos y les recomiendo que esta noche disfruten de su comida caliente, de una tarde tranquila, de sus familias y amigos y de todas las cosas normales, porque creanme, son lujos excepcionales.


Daniel.

Salud