Aún no sé si hablamos de barcos grandes o de trasatlánticos pequeños. Yo cuando quiero ir en un trasto así me hago un crucero y estoy rodeado de gente y de lujo como los armadores de esos barcos, y cuando quiero navegar, que es con muchísima más frecuencia, me embarco en mi velerito y disfruto como un cosaco. No es envidia, es que a mí lo que me gusta es manejar mi propia máquina, ya sea un coche, un barco o lo que sea. Claro que son conceptos y si tubiera la millonada de ellos quizá cambiarían mis puntos de vista.
Saludos y unas

para todos