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Se retira el Hugo Boss

Un objetivo: la velocidad – Hubo Boss abandona

En su mayoría, la flota de la Transat Jacques Vabre está disfrutando de los placeres de los alisios. Algunos están en fase de reajuste táctico; otros prefieren mantener su ruta, conforme a sus opciones estratégicas: aunque no se prevean grandes cambios en los días que vienen, la aproximación al Arco Antillés puede dar lugar a alguna sorpresa. Y otros... no tienen tanta suerte: Hugo Boss, víctima de una colisión con un objeto no identificado que flotaba entre dos aguas se enfrenta con una rotura del casco, mientras que Prince de Bretagne va a hacer una nueva escala en Madeira o en Canarias tras otra avería en el carro de la mayor.
¡Ya está!… Después de largas horas de vientos de proa, siguen ahora largos planeos con espí o genaker. Dentro del habitáculo, el que intenta descansar tiene que reacostumbrarse a ruidos nuevos y a un movimiento olvidado de la embarcación, más suave. A veces la navegación oceánica permite volver a actos primitivos, dormir, comer, dejarse acunar por la música del casco que surféa en las olas... hasta que un golpe de mar más fuerte viene a recordar que se está participando en una carrera de velocidad. En el puente, toda la energía converge en darle velocidad al barco... las unidades de medida cobran un carácter intuitivo: un poco de escota de mayor, con otro poco de contra, son referencias de un sutileza ejemplar. El ‘espidómetro’ es el único juez que valga. El objetivo sigue siendo para todos robarle unas pocas millas a la competencia. A bordo de Safran, Marc Guillemot y Charles Caudrelier no pueden dejar de mirar en el retrovisor de su monocasco para controlar la llegada de la vaca roja de Kito de Pavant y François Gabart (Groupe Bel). La velocidad infernal que llevan los dos líderes a los que se agarran valientemente Mike Golding y Javier Sanso (Mike Golding Yacht Racing) impide, por ahora, que sus perseguidores remonten por sorpresa. Todos aprietan el acelerador... Sin descanso. Victorien Erussard y Loïc Féquet (Guyader pour Urgence Climatique) por ejemplo, intentan ir a todo lo que da el barco, ya no tanto para ganar puestos en el ranking, sino para evitar el anticiclón que se está reconstituyendo en su Norte y podría atraparlos en sus encalmadas.
Prince de Bretagne, doble pena ; Hugo Boss, casco desgarrado.
Para otros, la velocidad dista mucho de ser la prioridad principal: la tripulación de Prince de Bretagne vio, esta mañana, como se volvía a romper su carro de mayor. La reparación inicial ha aguantado, pero la parte inmediatamente superior no resistió. A pesar de su desgracias, Hervé Cléris y Christophe Dietsch se consuelan al constatar que su rutaje les aconsejaba dirigirse hasta las inmediaciones de Madeira, la isla portuguesa, o de Canarias. Tercer parada, por lo tanto, para el trimarán de los productores de verduras bretones.
En cuanto a Alex Thomson y Ross Daniel no van a tener una segunda oportunidad: su monocasco que atravesó sin daños mayores el temporal de la semana pasada, ha chocado esta noche atrás con un objeto flotante que le ha desgarrado el bordo estribor del casco en al menos 1,50m. Después de pasarse la noche bombeando, los navegantes optaron por volver a Azores y comunicaron al Comité de Regata su decisión de abandonar. Estiman que llegarán a Horta el jueves que viene, 19 de noviembre. El encuentro fortuito con objetos, fruto de los residuos de la actividad de los hombres puede llegar a ser más brutal que la ira de la naturaleza.