
A propósito del naufragio de un Transat, -ocurrido hoy-, por vuelco del mismo e imposibilidad de adrizarlo sin daños, me voy convenciendo más de lo que en este hilo se ha ido fraguando como la necesaria seguridad que deberíamos considerar, ya sea a la hora de adquirir un barco, como a la hora de navegarlo, sea en crucero o se en regata. La seguridad tiene un precio.
