Me ocurrió a mi: Al estreno de nuestra mallorquina, salgo del amarre atrás, doy avante, ... y que no, hasta que me doy cuenta que no desembrago, y cuando doy nuevamente avante, engancho una amarra con la hélice: amarra nueva, buzo, ... y el lógico cabreo de la Almiranta.
Otra: se rompió una de las palas de la hélice, y tuve que entrar en el puerto de Blanes para repararla; allí pusieron el barco en una cuna y estuvimos viviendo en él durante dos días, a casi tres metros de altura, y con la entrada a la cabina mirando el paseo, sin ninguna clase de intimidad.
Y ésta le pasó al vecino del pantalán: Un dia nos dimos cuenta que nuestro vecino estaba en un amarre más allá; nos extrañó, pero no le dimos más importancia.
Pero al regresar, le comento si ha cambiado de amarre, me mira sorprendido, mira su barco, se queda parado, se pone las manos a la cabeza y dice:"ANDA LA HO***IA! ME HE CONFUNDIDO DE AMARRE. QUÉ HABRÁ PENSADO EL TITULAR DE ESTE AMARRE!
