Regue lo paso en la sartén como si de un pescado normal se tratara.
Dice, es que está castigado recogiendo la mesa, que mínimo tres días, cambiando el agua a diario puede estar algunos más.
La pinta es mucho mejor que el sabor, es como un flan sin huevo

pero no por ello deja de ser un tanto curioso. Merece la pena probarlo, aunque recomiendo tener un bote de bonito a mano para mitigar el hambre
