Esta noche en muchas mesas habrá sillas vacias, son los sitios de los que nos regalaron otras navidades, mas limpias, mas luminosas, mas divertidas, no porque cualquier tiempo pasado sea mejor, sino porque en cualquier punto de ese pasado eramos mas jovenes.
Lo unico que me mueve a ver la Navidad con cariño, es el recuerdo de esas otras navidades, en las que todavia tocabamos la zambomba y cantabamos a grito pelado y desentonado. En mi caso, todavia no tenemos relevo, los pequeños son ya demasiado grandes, y a su vez demasiado pequeños para tener sus propios hijos, asi que, de momento, estamos en ese impasse desorientado en el que no hay motor que nos mueva a disfrutar de estas fiestas como Dios manda (el niño Jesus, los Reyes....).
No me gusta hacer compras, ni cenar, pero miro las sillas vacias y sé que de alguna manera, la presencia de las personas que deberían ocupar esas sillas, me animan a seguir manteniendo esa pequeña llamita latente, para cuando me vuelva a resultar divertido montar el Belen y hacer mi propio tronco de mazapan casero. Por lo que a mi respecta, esta noche brindaré por la esperanza de que algún dia no haya sillas vacias en la mesa.
Estaran otras personas, seran otras navidades, pero supongo que seguiran fabricando zambombas, y para alguien volvera a ser una fiesta mágica. Yo espero estar para verlo y disfrutarlo.
Feliz Navidad a todos, los que estamos, los que ya no estan, y los que algun dia estaran.
