Recientemente visité el salón náutico de Palma, y la verdad, me llevo las manos a la cabeza.

Es cierto, y un hecho, que se pueden ver barcos de muy muy atractivo precio como un BENETEAU CICLADES 39.3 con un precio de salida de 108.000 euros, por poner un ejemplo.

Pero, es que te subes al barco, empiezas a ver y a tocar y mirar detalles, y ya no es que empieces a recordar, . . . es que se añoran los modelos que se mostraban no hace tantos años.

Luego subes a modelos de gamas y marcas, teóricamente superiores, y es que ninguna ya es lo que era, están mejor, pero en cuanto empiezas a quitar tapaderas y mirar con detenimiento detalles escondidos, remates o equipamientos instalados, vamos, que esto ya no es lo que era.

La competencia entre gamas y marcas, especialmente con las de precio bajo, han hecho, a mi parecer mucho daño, muchísimo daño, pero no mejorando el cociente calidad/precio.

Ni BAVARIA, que fue la gran protagonista y causante de este revuelo en sus inicios, pasa ahora por sus mejores momentos, y sus modelos tienen detalles, muchísimos, que para los que llevamos ya bastantes millas a nuestras espaldas, nos anuncian que tras comprar unidades de gamas (de la marca que sea) de estos segmentos, hay que luego meter mucho dinero para poner el barco como debiera ser, salvo que se quiera como apartamento flotante.

Por el contrario, encima, tenemos a los barcos más antiguos y más bellos, ganando regatas de nivel en IMS, en RN, con armadores que hablan maravillas de sus unidades, incluso se carcajean de los miles de problemas y defectos que tienen los nuevos y que pueden verse y compararse en los varaderos.

La verdad, un tema para analizar.

Por supuesto, que existe, pocas, pero contadas excepciones.