Bueno, pues como ibamos contando.....
Los días en el Atlántico pasan casi sin enterarte, entras en una rutina que hace que el tiempo se acorte;
Amanece y poco a poco van apareciendo tripulantes por cubierta, a pesar de que se duerme un montón de horas, caras somnolientas, con esos rostros de barbas ralas (en el caso de Koala, está claro de que no

) enrojecidos por el torrido sol, vamos como para presentarnos a un concurso de belleza.
Cada uno desayuna lo que le apetece, cereales, galletas, café, cacao o "gofio" que desde el paso por Canarias, algunos nos hemos aficionado, e incluso si no ha habido mucho meneo, del horno sale de vez en cuando un bizcocho, que alegra al personal, luego un repasillo a la jarcia de labor por si se aprecia algún anormal desgaste, tocar un poco el trimado de velas para ajustar el ritmo al del Cap's III, si nos hemos adelantado o retrasado durante la noche.
A los que les parece imposible una navegación en conserva a través del Atlántico, decirles que no ha habido ningún problema, hasta que nos separamos definitivamente, nunca estuvimos a distancias superiores a las 3 millas, siempre a la vista de noche y de día y aunque solo puedas dar apoyo moral en caso de una avería, uno se siente más arropado, sin mencionar una hipotética colisión con algún ossni (objeto semisumergido no identificado) que cada día abundan más y te eche a pique
Bueno, como iba diciendo, timoneamos la mayor parte del día, Koala y Guiller se pisan para coger rueda, que están empeñados a ser unos figuras a la caña. A las 12 a.m. el ángelus, unas cervecitas con un aperitivo y si es domingo, vermut con unos pinchitos, que la tripu lo agradece. Momento que aprovecho para preparar la comida, bastante variada, menos en el tema pescado, pero la despensa ha estado bien surtida y salvo un par de días de excesivo meneo, se ha cocinado plato caliente a diario, que lo que quita el frio quita el calor, incluso nos atrevimos con un redondo de ternera relleno y osobuco, que fueron las delicias del personal.
Generalmente por la tarde siestecilla, timonear, lectura, alguna partida de ajedrez para aprender algo de apertura española, gambito de dama, defensa siciliana... que por algo llevamos al maestro ajedrecista Aitor, Nuevamente preparar la cena, algo más liviana que a medio día, ensaladas, pastas y frutas.
Las guardias nocturnas, casi siempre gobernando el piloto, las he dispuesto, en vistas del buen tiempo y la buena mar, que sea de uno en uno, los cinco cada dos horas, así se duerme a pierna suelta, aunque eso si, a la mínima novedad, orden de que me avisen inmediatamente, y en toda la travesía no me han despertado más de tres veces y solamente una noche ante un cambio repentino del viento hubo que poner en pie a toda la tripulación para trasluchar, maniobra algo delicada, aunque sencilla en la forma que está configurada la maniobra del Bahía.
La otra guardia ha sido la de la limpieza, los cuatro tripulantes se han turnado un día cada uno para fregar cacharros, limpieza del baño y limpieza general.
Desde que dejamos atrás Cabo Verde y entramos en el alisio, las millas se descontaban a rumbo directo, y salvo un par de días en que hubo que encender motor y navegar unas horas a máquina, el resto no falto viento, ni sobró, salvo una noche que nos puso las pilas, aunque nada del otro mundo, dos horas de lluvia y viento de treinta nudos, que ni tan siquiera hubo que levantar a la tripu, al coincidir en mi entrada de guardia y quedarse de retén el saliente.
A menos de mil millas del destino, Jose Antonio me comunica que su destino final será Martinica y como el nuestro teníamos previsto hacerlo a los Cayos de Tobago, decidimos ir separándonos ya cada uno a nustro rumbo y aunque todavía estuvimos un día comunicándonos por radio y dándonos la posición pronto perdimos contacto, aunque por Iridium sabíamos donde estábamos.
A raiz de la reparación el viento se entabló en 20 nudos que nos hizo alargar las singladuras, pero en el cálculo de arribada, tubimos que reducir de nuevo el trapo para no llegar de noche.
Dejamos Barbados a tres millas por estribor, navegando a siete nudos, con hora de llegada de amanecida, pero esa noche no controlamos demasiado la velocidad y el incremento de la corriente favorable nos hizo navegar a 8,5 nudos con lo que nos plantamos en los Cayos hora y media antes de amanecer, a 10 millas arriamos todo el trapo, y aún así navegábamos a 4,5 nudos ¡¡a palo seco!! con 20 nudos de viento.
Entramos en los cayos por su parte sur, a poca máquina, un dédalo de bajos y arenales sin señalizar, pero aunque lo conocía de mi anterior paso por el lugar, todos los tripulantes ojo avizor por si las moscas, pero el Maxim nos guió a la perfección, que aunque no te puedes fiar al cien por cien (en los años que llevo con él le he encontrado dos errores, uno aquí en el Caribe y otro en la isla Conejera de Viveiro)
Los Cayos petados de barcos, como era de suponer, pero el lugar es grande y al final tuvimos suerte, un cata levantó su fondeo de uno de los mejores sitios y allí que nos instalamos nosotros, entre Petit Bateau y Petit Rameau.
Pero el Caribe con su idílica prensa se acaba y pronto me di cuenta al ver un cartel en el que se anunciaba "Bienvenido al parque natural de los Cayos de Tobago" y como no no tardaron en pasar a cobrar el peaje, 20 USD por día de estancia, hace 4 años era libre,
Luego la anécdota; alla que viene la motorita de negrito vendiendo vituallas:
" Hello my friend" ¿tienes pan? "Yesss" pues danos 3 barras, que queremos darnos un desayuno pantagruelico,

allá que me pasa las tres barras, yo muy cordialmente "how much" y el negrazo sin inmutarse "twenty dolars" ¡¡¡¡¿20 dolares por 3 panes?!!!

"¿hermano, no estas pidiendo demasiado? El tipo sigue sin inmutarse, allá que le paso de nuevo las barras, intento negociar, el tipo un sicólogo de aupa, agarra una barra, la parte le da un trozo al muchacho que le acompañaba, y se ponen a comer pan y para más inri, le dan un trozo a Rufino, que no les quita ojo y mira que nunca come pan, pero para j*der se lo zampa,
Nosotros babeando por el dichoso pan fresco, pregunto a la tripu cuanto estamos dispuestos a dejar que nos atraquen, por unanimidad, lo que sea. Al final parece que se cede un poco y acordamos dos barras por 10 USD.
No te digo nada cuando llegan los de las langostas, un escándalo,

así que si quereis venir al Caribe, daros prisa que esto se acaba si no se ha acabado ya.
Otro día ya seguiré contando nuestra peripecias y responderé a preguntas y aspectos tecnicos que me hagaís.
Ahí van una serie de fotos que iré poniendo por entregas, que las wiffis por aquí no son muy rápidas

Estudiando antes de la salida la meteo

La foto de las dos tripulaciones antes de la partida

Rufino ansioso por salir

Primera cena de la travesía

Los primeros días un poco tediosos, los mitigamos con lectura y pasatiempos

Como no pescamos, los del Cap's III se apiadan y hacemos trasbordo de excedentes

Rufino desnucao

Hoy es domingo,

Koala aprovecha la mañana dominical para acicalarse

Hablando en La Rueda de los Navegantes con Rafael del Castillo
Continuará.................