Pues sí señor. Completamente gilip*llas.
Si quieres tener un barco:
Papeles, homologa, legaliza, equipa, revisa regularmente, impuesto y tasa, formación especializada, examen, revisión sorpresa, inspección, más formación, limitaciones legales y reglamentarias, filtros, contoles...y caro.
Si quieres pescar:
Licencia, artes reglamentarias, tallas mínimas, inspección, especies prohibidas, cotos... y caro.
Si quieres bucear SCUBA:
Formación obligatoria y especializada, práctica en grupo o en pareja, material homologado y revisado...y caro.
Si quieres tener una escopeta y cazar:
Documentación, identificación, armero, licencia, revisión anual, pertenencia a coto, contoles regulares... y caro.
Si quieres tener un niño:
Un empujoncito y... encima te ahorras el preservativo. Con la garantía de que sólo tienes que preocuparte de que coma. ¿Sabíais que no hay ninguna ley que exija a un padre a recibir formación alguna específica? ¿...que no hay ley que obligue a los padres a conocer a los profesores del niño? ¿...que no hay ley que obligue a los padres a garantizar que el niño come sano? ¿...que no hay ley que obligue a los padres a que el niño realice ejercicio saludable regularmente? ¿...que no hay ley que obligue a los padres a "desconectar" al niño de la pantalla de la TV-NDS-PC-PSP-...?
Así que estamos gilip*llas.
Antes estábamos obligados por la ley de la calle. Los vecinos (esa gente tan sospechosa hoy en día) eran los jueces de nuestras acciones, y el modelo a seguir, aún diverso, era homogéneo - UNA PERSONA DE PROVECHO-
Lo que nos han cambiado es "el provecho", que cada uno piensa que es una cosa. Y en busca del "provecho" y el "aprovecho", nos ha dado igual que nos bajen los pantalones en los aeropuertos o que en los "eventos feriales" te claven el triple por una bebida de refresco. Eres rehén del mercado libre y de los "provechos" de otros, y los jueces siempre a favor del sentido común (condenando a los profesores, por ejemplo, porque el Estado es tan rico que puede pagar y así aliviar...).
No sigo, que cruzo la fina línea de la política y estoy sintiendo ya el aliento del Tabernero en la nuca...
