Tierra árida, tierra yerma
Está ávida de flores y alegría.
Desde Orzola hasta la Geria
Lanzarote....
Tierra, para cabalgar
sobre jumento.
Tierra, con mil volacanes
que la enaltecen.
¡Rugió la mar
en su génesis!
Sus entrañas se abrieron
para que fuera flor.
Lanzarote...
Isla de viento,
pasión y fuego.
Isla que clama al cielo:
¡Aquí estoy, cual guerrero,
con Timanfaya en mi seno,
para batirme en duelo!
Lanzarote...
Tierra agradecida...
es también doncella.
Los halagos de la lluvia
dan a su piel belleza,
desnuda sus entrañas
y se ofrece verde y tierna.
A las caricias del amante.
Lanzarote...
Tierra árida, tierra yerma
Está ávida de flores y alegría.
Desde Orzola hasta la Geria.