En enero mi hija pequeña con toda la ilusion del mundo me llevó a SS. de los reyes para regalarme un chaleco hidrostático. Si digo que el trato fue malo o grosero mentiría, pero si puedo decir que en algun momento tuve la sensacion de deber dinero al dependiente. la verdad, me han tratado mejor en otras tiendas, quizas fue que no llevaba corbata

quizas fue que la inestabilidad en la marcha tras el accidente que sufri en noviembre le diese la impresion que iba pasado de copas

, en fin no se, pero no me gustó demasiado. Acepte el chaleco por mi hija, si hubiese ido yo solo para comprarmelo probablemente se lo hubiese dejado en el mostrador, eso si despues de abierto


Buenas mareas.