Puedes intentar buscar un equilibrio. Yo jamás de los jamases iría a aerobic. Mi mujer si. Podría hacer un intercambio: el sábado por la mañana ella puede ir al gimnasio mientras yo navego. O algo así. (es un caso figurado).
No sé muy bién qué decirte. Mi mujer viene muchas veces conmigo. No le gusta la vela tanto como a mí, pero le gusta.
Si lo que te gusta a tí son los cruceros transoceánicos, lo llevas crudo.
