Comparto todo lo que indicas, el único problema que tengo con el mar es cuando no puedo estar cerca.
He pasado muy buenos ratos, otros no tan buenos (incluido naufragio), pero hasta en ese percance que sufrimos, lo disfruté, todo son experiencias que incorporamos a nuestro Cuaderno de Bitácora, y al día siguiente, me fui a comer en el barco (otro

) con mi padre y mi hermano (continuaban fiándose de mi

)...
Desde el infienno siempre tengo la eterna envidia de aquellos que con sólo asomar la cabeza por la ventana pueden verlo, olerlo, sentirlo... Hay quien esto no lo valora, y me mira como si fuera un marciano por querer acercarme al puerto a pasar "horas" disfrutándolo, aunque no pueda salir a navegar.
Unas


y si alguno quiere darme curro en la costa que me avise...

