Nuestro amarre está en Calanova. Junto a la entrada de Calanova encuentras a estribor una vivienda llamada Marivent cuyo morador veraniego es el Rey. Por las noches, fondea en frente de Marivent, y en la derrota hacia la bocana de Calanova, un dragaminas de la Armada. En tierra el barrio está lleno de hoteles, bares, discotecas y demás que tienen luces de todos los colores imaginables. Pues bién, en más de una ocasión, apuntando hacia Calanova ha aparecido a algo más de 200 metros el dragaminas que no habíamos visto por confundirse con las luces de tierra.
Y en una ocasión

nos encendieron unos focos cegadores para que cayéramos en la cuenta de que nos disponíamos a abordarles.

Supongo que si nos despistamos unos segundos más... glu glu glu...
Es sorprendente que incluso cuando te acuerdas de que estará ahí y lo buscas, no es nada fácil verlo. Y el bicho no es pequeño ni va de incógnito.
En fín, todos los ojos son pocos.
