[Blue Alachar]

Supe de la Taberna perteneciendo a "La Mar Salada" y no tuve curiosidad. Al buscar en Google "policarbonato", salió un post de la Taberna. Lo mismo y a la vez, en la habitación de al lado, le sucedió a mi Mujer (Gota). Quedé perplejo o, como dice Gota, ojiplático:

Por el mundo de los pantalanes, estábamos acostumbrados a individu@s (a l@s que yo suelo definir como con cadena de oro y Cristo de Dalí colgando) a los que les crecían las galernas en la barra del bar del Club y ¿¡ será por dinero!? hacían ostentación de costos. Aquí, en la Taberna, encontré ayuda mutua, ingenio para arreglarse con lo que uno tiene y compartir lo que sabe y lo que desconoce con los demás; en suma, encontramos, ¡por fin! el sentido solidario que caracteriza al ser humano de Mar (si escribo "al hombre" como sinónimo, a lo peor hay algún/a feminista de guardarropía que se me echa encima) y es difícil de encontrar en los puertos deportivos del Mediterráneo (sobre todo, en verano).

Aquí he aprendido mucho (aprenderé más) y, principalmente, a mensurar lo nada que sé y, por encima de ello, he encontrado ese calor humano que no pide nada a cambio y, tal, es algo cada vez más difícil de encontrar en este mundo de "yo más, j*d*te".

también -en una sociedad deshumanizada- he hallado un cierto sabor de patio de vecindad, como cuando era niño en los primeros "cuarentas" y a lo que, hoy, por desaparecido, ya no estamos acostumbrados. Es claro, el patio de vecindad, tiene la desventaja de que da lugar a rencillas y enconos de poca monta, pero tiene la maravilla -sobre toda desventaja- de poderse prestar -y prestarse efectivamente- un ajo o una jícara de aceite sin sonrojo (¡ya te la devolveré mañana!, mañana que nunca -gracias a Dios- nunca llega ni, nadie, lo pretende)

Por todo eso y, sobre todo, porque hace sonreír a Gota, estoy en La Taberna.