23/05/2010 - Cambio de rumbo.
Alberto lleva dos noches sin dormir. Ha pillado un trancazo-gripe de tres pares de cullons. Los trompetazos de sus sonadas estarían bien empleados como bocina de niebla. Total que por la mañana está hecho polvo.
Consideramos la situación. Alberto decide seguir adelante y ver como evoluciona la cosa.
Pues en vista de eso a las 11:00 salimos de Estepona rumbo a Gibraltar. Tenemos un buen viento del E/SE de F3 que nos permite avanzar a unos 5,5 nudos con todo el génova desplegado.
El mar es marejadilla, con algún área de marejada, y nos viene casi por la aleta de babor.
A eso de las 13:00 me pongo a preparar una fabada. Habíamos comprado ayer sus componentes. Una vez puesto el guiso al fuego vemos que Alberto sigue con una cara horrible; pálido, con ojeras... En fin, que no tiene aspecto de estar pasándolo nada bien. Hablamos entre nosotros y decidimos dar media vuelta. Consideramos que no merece la pena seguir navegando cuando alguien de la tripu está fastidiado. Estamos a unas cinco millas de Gibraltar, pero un gripazo tarda una semana en pasarse y, después, llega la convalecencia. Moraleja que iniciamos el retorno para facilitarle que pueda irse a su casa (vive en Benalmádena) lo antes posible.
Damos rumbo al puerto de la Duquesa, que no conocemos. Llegamos a las 16:30. Nos asingan un amarre cómodo y zampamos la fabada, que no ha quedado nada mal.
Después de comer Alberto toma un taxi y se marcha a casa mientras Jorge y yo nos echamos una buena siesta para "ayudar" a la digestión de tan ligero plato.
Mañana ya veremos como nos planteamos la cosa...