Y llegó el momento. Es el
día D menos algo. Ya casi están los grupos de tripulantes. Algunos pequeños movimientos arriba y abajo. Ya está.
Por eso, en mi cuerpo y en mi alma empiezo a sentir los latidos de Telémaco. Late con la derrota. Late con la tripulación, algunos conocidos ya. Late con la pasión de los encuentros, con los nervios de los re-encuentros.
Mañana repinto la cadena del ancla. El día 20, encuentro en el Port Olimpic de Barcelona. Y el día 21 metemos las amarras a bordo, a procurar Cabrera.
Y, si los estimados cofrades me lo permiten, iría publicando los avatares de este nuevo crucero.
¿Me dan vuestras mercedes permiso para ir compartiendo tan grata experiencia, al ritmo que mar y viento nos acompañen?. Si me lo permiten, publicaré la derrota prevista, y los diferentes encuentros programados con colegas. Y, naturalmente, las experiencias colectivas, o solitarias, de "
El Crucero de Rik". Y fotos, claro está.
