Re: Os dedico un relato
.
Nieves, perdóname.
Ayer supongo que pensaste que no hice mucho caso a tu llamada, pero estaba con más gente y no podía hablar. Prometí llamarte después pero ya sabes que el teléfono no es lo mío. Prefiero escribir.
Ni sé por dónde empezar. Tú que me conoces tanto, espero que lo sepas entender y no te enfades por lo que te quiero explicar. Si llegas a leer este correo, claro. Lo he intentado algunas veces en estos años y ha acabado siempre en la papelera del ordenador.
Pero hoy…recuerdas la canción de Jamie que me gusta tanto? Me ha pasado algo así. En veinticuatro horas todo mi mundo ha cambiado. ¿He cambiado yo?
Ahí voy: el verano aquél que te marchaste a NY a hacer el master, yo estuve en San José, mamá y papá se quedaron en Madrid por trabajo. Solía pasear como siempre con la bici, hasta llegar a las playas donde íbamos a bañarnos con los amigos. Pero en el mar nunca me he sentido sola, era joven y no demasiado prudente. Fui al amanecer a la de las dunas, dejé la bici y me senté en la arena, junto a las matas donde buscábamos bichitos. Encontré una especie de paquete encintado que creí que era una marca de una nasa que se había soltado, ya sabes que a veces hay restos de redes y cosas así allí. No sé todavía el porqué, la curiosidad supongo, lo abrí un poco y había un polvo blanco muy apretado dentro. Yo no sabía lo que era, pero me pareció muy sospechoso, miré alrededor y encontré muchos más muy bien escondidos. Fui rápida hasta el pueblo y acompañé a la Guardia Civil al lugar.
Resultó ser droga, salió en las noticias que un pescador deportivo había hecho el descubrimiento. Yo marché a Madrid precipitadamente, recuerdas? Y prometí no contar nada a nadie, ni siquiera a nuestros padres, para que no nos pudiera perjudicar. Estropeé una operación de mucha importancia y tuve mucho miedo a que alguien me descubriera y se vengara.
Me encontraron meses después, al salir del metro, dos matones que en principio pensé que eran de la policía, me llevaron a un coche muy grande con los cristales tintados donde un hombre horrible que me interrogó. Quería saber si me había quedado con droga. Estaba muerta de miedo y paralizada, Nieves, temía por mi vida y la de todos vosotros y no supe ni resistirme. Porque por desgracia (o por suerte para mi vida), le gusté físicamente y la violencia con la que me trató al principio le excitó hasta abusar de mi. Y él encima pensó que me gustaba…
Con una mirada que nunca podré olvidar, me amenazó para que no hablara con nadie y lo he cumplido hasta ahora, Nieves.
Si has llegado hasta aquí, perdóname, tenía miedo y quise enterrar este suceso pensando que el tiempo lo borraría, cosa que más o menos a temporadas he conseguido. Ahora ya sabes el porqué de mi carácter temeroso y tan distinto a tu confianza con los hombres. Mis relaciones fracasadas…sólo soñaba con un ideal, una alma pura que pensé encontrar en Internet, donde nadie puede dañarte, al menos físicamente.
Anoche estuve de nuevo en peligro, pero me sentí protegida y amparada. No tengo miedo y en cambio ahora siento algo extraño que me aleja de mí y sólo quiero el bien de otra persona.
Qué diferencia marca un día, Nieves, la diferencia es…
Realmente desea mandar este borrador a la papelera?
Sí
.
|